En una de las fincas más emblemáticas del Eixample, este ático dúplex reúne el encanto de las viviendas con historia y la serenidad de un hogar pensado para disfrutarse cada día. Situado en una finca regia de los años setenta, cuidadosamente mantenida y con pocos vecinos, esta propiedad ofrece una sensación de espacio y privacidad poco habitual en el centro de la ciudad, donde el sonido es el viento y los pájaros con vistas a Collserola y al Tibidabo.
Desde el momento en que se cruza la puerta, la luz natural se convierte en protagonista. Su orientación sur y su distribución exterior inundan cada estancia de claridad, resaltando los acabados en madera noble y el carácter auténtico de una vivienda que conserva su esencia original con elegancia.
El amplio salón-comedor, presidido por una chimenea, invita a reunirse y disfrutar de los momentos más tranquilos. Desde aquí se accede al balcón, un rincón perfecto para contemplar las vistas abiertas hacia Collserola y dejarse envolver por la calma. La cocina independiente, luminosa y funcional, cuenta con lavadero y mantiene una conexión práctica con la zona de día.
La planta principal alberga tres dormitorios, uno de ellos en suite, junto a tres baños completos. En la planta superior, dos amplias habitaciones adicionales completan la vivienda: una de ellas tipo suite con baño reformado y otra abuhardillada con trastero incorporado, ideal como estudio, zona de lectura o espacio para invitados.
La vivienda conserva elementos originales de alta calidad, como suelos de parquet, carpinterías de madera maciza y una decoración con carácter que refleja la nobleza de los materiales de época. Cada estancia respira amplitud, luz y una calidez difícil de replicar en construcciones actuales.
El edificio dispone de zonas ajardinadas que aportan frescura y privacidad al conjunto, además de ofrecer dos amplias plazas de aparcamiento —una de ellas con punto de carga para vehículo eléctrico— y trastero privado, garantizando comodidad en el día a día.
Su ubicación es inmejorable: en pleno Eixample de Sant Cugat, a escasos pasos del Mercado de Torreblanca, tiendas locales, cafeterías con encanto y una excelente oferta gastronómica. Los parques cercanos invitan a pasear entre árboles, mientras que la estación de tren, situada a menos de diez minutos a pie, conecta rápidamente con Barcelona. Todo ello convierte esta propiedad en una opción perfecta tanto para familias que buscan amplitud y calidad de vida, como para quienes desean disfrutar del ritmo sereno de Sant Cugat sin renunciar a la cercanía del centro.~Un ático que combina historia, autenticidad y confort, donde cada detalle cuenta y donde la luz, el espacio y la ubicación se unen para crear un hogar verdaderamente especial. Goza de la oportunidad de hacerlo tuyo, a tu gusto y según tus necesidades prácticas y estéticas. El espacio es inmenso y las opciones las eliges tú.
En The Hidden Nest creemos que un hogar va más allá de sus paredes. Es el lugar donde la luz, la calma y los pequeños detalles se convierten en parte de tu historia. ~
Ver todas las fotos
